HERMANOS CABALLER. PRIMERA CREMÁ PATRIMONIO INMATERIAL DE LA HUMANIDAD

Cremà Fallas 2017

La ‘Cremà’ toca el cielo.

El fuego consume los primeros monumentos creados bajo el respaldo internacional de la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad – La precaria situación de los artistas falleros, uno de los elementos principales de la candidatura, se convierte en un reto a afrontar de cara a las fiestas de 2018

J. V. Paños/M. Domínguez | València 22.03.2017 | 12:53

Las primeras Fallas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad ya son historia. Y como no podía ser de otra manera lo hicieron dejando una estampa única. La cifra record de altura del monumento municipal, con 41 metros, dejó una impresionante llamarada. Algunas voces en el mundo fallero habían augurado que el fuego alcanzaría los 100 metros de altura, aunque finalmente no fue así. El dispositivo de seguridad acordó ampliar el perímetro de seguridad a 60 metros. El objetivo era asegurarse de que el reto de plantar una falla tan enorme no supusiera un problema, y de hecho según fuentes municipales este espacio era muy garantista al saber que el padre de la criatura, Manolo García, también había previsto una «cremà» controlada y por tiempos.

Una apuesta arriesgada

El concejal de Cultura Festiva y presidente de la Junta Central Fallera, Pere Fuset, siempre confesó que él quizá no la hubiese escogido debido a la propuesta rupturista y esa altura de record. «Los políticos somos unos miedicas en este tipo de decisiones», había confesado al respecto. Sin embargo la elección este año por primera vez no la hicieron los políticos sino un comité de expertos. Ellos apostaron por el proyecto de Manolo García, quien regaló a la ciudad un momento para la historia: la «plantà» al tombe y una llama que se alzó hasta el cielo.

Torre al rojo vivo

Había impaciencia en la plaza y se hizo notar con silbidos.Precedió al encendido del monumento un estruendoso y rítmico castillo en la plaza. Otra cadena de explosiones controladas que seguían un patrón rítmico encendieron el monumento como una antorcha. La parte central del monumento cayo justo en medio de la plataforma central y a continuación ardieron las patas y el resto, que tardó mas de 15 minutos en consumirse. La caída de cada elemento provocaba un enorme estruendo en la plaza. La torre nunca construida por Calatrava en València parecía una Torre Eiffel al rojo vivo. Al finalizar sonaron tanto el himno regional como el de España, el primero con una versión distinta a la habitual con un coro de voces femeninas.

primeras fallas patrimonio de la humanidad

Las Fallas se queman, pero las virtudes, los defectos y las expectativas, se quedan. Hoy habrá muchas personas aliviadas porque todo ha terminado, pero también no pocos que se levantarán deprimidos por volver a la rutina. Las primeras Fallas de la Humanidad se queman, pero con muchos retos por afrontar. Y seguramente la preparación en los próximos meses de un Congreso Fallero sea incluso menos importante que otras urgencias, como la situación en la que malviven los artistas falleros.